domingo, 6 de enero de 2008

Tres, cuatro dias.

Es no llegar, pasarse.
Retornar a un hogar por el castigo
de Prometeo destripado.
Esperar, volver a intentarlo,
regresar y aguantar.
Pasos q al no darse se pierden
en el camino aspero
de fresales flanqueado.


Luego, te muestras
tu contorno promete
llevarme a donde nunca
he arribado.
Cuerda donde anudan
sus paraisos sol y luna.
Y me miras,
y plantas bosques ignifugos
desde el nudo de ardor
de tus ojos cerrados.


Vacio, esperando ser llenado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta poesía demuestra que eres un ser especial y complicado.

Me encantas!